miércoles, noviembre 14, 2007

THE CIVIL WAR 1861-1865 (II): Los cómics. La Guerra.

Seguimos con el segundo capítulo de la Guerra de Secesión norteamericana, dedicado a los cómics que tratan historias relacionadas con los acontecimientos del conflicto.

La Guerra

La elección del abolicionista Lincoln como Presidente fue el detonante para que Carolina del Sur decidiera separarse de la Unión. Otros diez, de los quince estados esclavistas, se le unieron y constituyeron los Estados Confederados de América. Se calcula que se perdieron más de 600.000 vidas, en parte al librarse con estrategias anticuadas para el moderno armamento utilizado y por ser la asistencia médica a los heridos y enfermos muy elemental e insuficiente.


La leyenda de Alexis Mac Coy
Gourmelen y Palacios
Editorial Grijalbo
Descatalogado

Es menos frecuente que el protagonista pertenezca al bando perdedor, por aquello de que la causa del Norte era aparentemente más justa al perseguir, entre otras, la abolición de la esclavitud en seres humanos, si bien los autores pretendían capturar la esencia romántica del oficial derrotado.
Mac Coy es un teniente del ejército confederado, con los rasgos físicos de Robert Redford. Está inspirado en el general más hábil y destacado de la caballería sudista, “JebStuart.

Este primer álbum de la serie, con 4 episodios cortos, está centrado en la guerra. En el primero, Mac Coy, a la cabeza de un pelotón de caballería, cae sobre un enemigo mucho más numeroso y atraviesa en dos ocasiones una población ocupada por éste. Vemos un ejemplo de lo delgada que es la línea que separa el heroísmo de la locura.

En las siguientes historias se va mascando la derrota: nordistas persiguiendo a los restos del ejército sudista, cuyas tropas se nos muestran cada vez peor equipadas, unos soldados con uniforme gris y los famosos quepis, y otros que parecen simplemente civiles armados.

Personalmente tengo un problema con la serie “Mac Coy”, este primer título me parece tan bueno que ya el resto de sus aventuras me resulta demasiado irregular (y no resiste comparación con las del Teniente Blueberry) y, puesto que el dibujo de Palacios es de un altísimo nivel, no me queda otro remedio que “cargar las tintas” sobre los guiones de Gourmelen.

En títulos posteriores Mac Coy se convertirá en un “yanquee acérrimo” (prisioneros de guerra que se incorporaron al ejército de la Unión) y vivirá aventuras en el México del Emperador Maximiliano de Austria o con los “pieles rojas”.


La juventud de Blueberry
Charlier y Giraud
Norma Editorial
12 euros c/u

Aunque en su conjunto la serie Teniente Blueberry es mi western preferido, los tres álbumes dedicados a su juventud me parecen los más flojos, tanto por su nivel gráfico, con un trazo apresurado, sin el detalle que encontramos normalmente (aunque a veces varíe en función del entintador) con un color a grandes manchas, como por los guiones, ya que al tratarse de relatos cortos quedan un poco faltos de desarrollo.
El único aliciente (afán completista aparte) es conocer cómo un joven caballero del Sur se pasa al otro bando.

La carga de trabajo de Gir/Moebius (y, posteriormente, la muerte de Charlier) hacía imposible sacar más títulos de Blueberry, lo que llevó a seguir contando aventuras de su juventud, pero desarrolladas por otros autores.
Sólo citamos los primeros álbumes dibujados por el neozelandés Colin Wilson (Point Blanck), con un estilo que buscaba acercarse lo más posible a Giraud en “Los demonios del Missouri”, derivando a uno más personal en “Terror sobre Kansas" y “El raid infernal”, todos ellos todavía con textos de Charlier.

Los irregulares de Quantrill llevan una guerra de emboscadas y pillaje contra los federales. Blueberry tratará de impedirlo, aun a costa de comprobar una vez más que los peores enemigos no se encuentran sólo en el bando contrario.


Parker Adderson, filósofo
Berardi y Milazzo
Revista Cimoc nº 48

Los autores italianos conocidos en España con títulos como “El hombre de las Filipinas” o “Marvin, el detective” adaptaron en doce páginas uno de los mejores relatos de Ambrose Bierce (ver primer post de la serie)

Durante la noche un espía yanquee que ha sido capturado establece una singular conversación sobre la muerte con el General que le interroga y que le condena a ser ejecutado.

Los grises y difuminados a carboncillo dan a la historia una atmósfera nocturna y sombría que se desarrolla en su práctica totalidad en el interior de una tienda de campaña con la escasa luz que aporta una solitaria vela.

Próximamente, The Civil War 1861-1865 (III). Los cómics. La posguerra

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