miércoles, diciembre 12, 2007

CRÓNICA: X EDICIÓN DE EXPOCÓMIC (II): Las exposiciones

Como es tónica normalmente en las diferentes ediciones del Expocómic últimamente, este año ha habido cuatro exposiciones de lo más interesantes. Tres de ellas con originales de las diferentes obras de tres grandes autores: la de un joven autor que está superándose con cada trabajo que hace, la de un artista ya consolidado dentro de la línea Vertigo, y la de un veterano autor del que hay que quitarse el sombrero después de contemplar sus originales expuestos. Y luego, para rematar la jugada, teníamos una exposición atípica, que nos trasportaba a tiempos pretéritos de la historieta en nuestro país.

Para empezar este breve recorrido por cada una de las cuatro exposiciones, comenzaremos por la que estaba dedicada a un joven autor gallego que, aunque tenga en su curriculum pocas obras publicadas (tres publicadas ya para el mercado franco-belga y sólo la primera en nuestro país), está haciendo un magnífico trabajo, destacando la espectacularidad de cada una de sus propuestas y mejorando y depurando su técnica en cada una de dichas obras. Nos referimos, naturalmente, a Tirso Cons.

Veremos originales de su opera prima, que es su conocida por todos El Ojo del Diablo (podéis pirchar aquí para leer el post que Susana hizo sobre éste álbum), obra que significó el arranque de su prometedora carrera pero que significó una carencia de continuidad hasta que fue elegido para hacer el cuarto tomo de Marshall: Réminiscences (entre una y otra hubo dos años de diferencia).

Vemos pruebas que hizo para la Marvel (e intentar, por tanto, suerte en el mercado americano), y páginas de otra obra personal que seguramente pronto veremos publicada (Tuer un Fantome), y, por fin, llegamos a los originales de la nueva obra publicada recientemente en Francia, Le Manoir des murmures: Sarah , obra que ha recibido por parte de la Editorial Humanoïdes de una gran promoción, que esperamos ver pronto publicada por estos lares, y que ya demuestra ese salto de calidad al que antes nos referíamos, con una depuración de las anatomías, con un juego impresionante de perspectivas, que con el magnífico color de su alma gemela Javi Montes, nos muestra el trabajo de alguien que no parece que lleve, hasta el momento, sólo tres obras publicadas.

Otra de las exposiciones de las que he disfrutado sobremanera, "Mundo de Fábula", es contemplar el magnífico trabajo que ejerce el dibujante fijo de la serie Fábulas, Mark Buckingham.

Este artista afincado en España, asiduo ya al Expocómic y a otros certámenes a lo largo y ancho de nuestra geografía, es merecedor con creces de que la organización le haya dedicado una exposición con originales de su trayectoria a cargo de los lápices de la serie Fábulas.

Poco podemos decir de esta serie que no se haya escrito o dicho ya, una de las series abiertas que tiene más éxito dentro de la línea Vertigo de la Editorial DC, donde se nos cuenta cómo los personajes que conformaban los cuentos tradicionales de siempre, esos que nos contaban cuando éramos pequeños, han emigrado desde sus diferentes tierras de origen (Tierras Natales) huyendo del temible "Adversario" y sus ejércitos, y ahora conviven con nosotros los seres humanos (los Mundanos), unos mezclados con nosotros (en Villa Fábula), y los personajes antropomorfos, o los que son simples animales, de pueblan los cuentos, vivirán apartados en una especie de Granja.

Tengo que reconocer que es una auténtica gozada tener la suerte de contemplar las diferentes láminas que Mark ha prestado para exposición, que al ser siempre en tamaño mayor que las reproducidas en comic-book, puedes contemplar con más detenimiento el magnífico trabajo del autor, añadiendo a esto el excelente trabajo de Steve Leialoha al entintado. Podemos contemplar las láminas a todo color que Buckingham hizo para la historia correspondiente al especial adaptando los cuentos de Las Mil y una noches, titulado Fábulas: 1001 noches de nieve ("Las Tartas de Navidad"), junto a otros artistas.

Y para rematar la jugada, en la zona de venta de originales, podías adquirir un Buckingham por sólo 90 €, porque, al coincidir con la exposición de este año, el autor se ve que había decidido equiparar los precios de los originales con una única tarifa. Una ganga para los "cazadores" de originales.

Otra exposición a destacar sobremanera, y con toda clase de elogios, es la que mostraba los diferentes originales de esa magnífica obra que es La Odisea de Homero, que Fco. Pérez Navarro y José Mª Martín Saurí adaptaron hace ya 25 años y que, por tanto, celebra ahora sus bodas de plata.

Para quitarse el sombrero, en serio, ante las maravillas que uno puede observar a un tamaño más grande que el del álbum europeo, con el uso magistral de la plumilla creando un juego de luces y sombras soberbio, que nos demuestra que obras de esta calidad no deberían quedar en el olvido durante tanto tiempo.

Es de comprender que muchas de estas páginas estuvieran enmarcadas, sobre todo las doble páginas, porque estas ilustraciones bien merecerían tener un lugar destacado en cualquier pinacoteca que se precie, porque verdaderas obras maestras del noveno arte son.

Aparte de la exposición, tuvimos la suerte de tener a Martín Saurí entre nosotros, lo que propició que yo consiguiera mi preciada dedicatoria en el tomo que la Editorial Norma ha hecho a bien publicar ahora que se celebraba los 25 años de su publicación y aprovechando el tirón que ha propiciado la adaptación a la gran pantalla de la obra de Frank Miller, 300, poniendo de moda todo lo relacionado con la cultura griega clásica.

Para más información podéis leer el post que hice en su momento sobre esta obra.

Y, para finalizar este recorrido, la cuarta exposición, "¡Bienvenido, Mister Marshall!. Los comics americanos llegan a España", era atípica respecto a las otras tres, ya que carecía de originales, pero era una inestimable puesta en escena de aquellas revistas que se publicaron en nuestro país durante las décadas de los 20 y 30 del siglo pasado y que trajeron por primera vez material de los comics strip americanos, con nombres tan míticos como son los de Pat Sullivan, Harold Gray, Harold Foster, Lee Falk, Ray Moore, Alex Raymond, Milton Caniff, Max Fleischer, Phil Nowlan, Dick Calkins, etc.

Es grato observar que gracias a la muestra de Joan Navarro, editor de la Editorial Glénat, y renombrado coleccionista de originales, de que la gente de principios del XX podía disfrutar de las tiras de prensa americana gracias a la incansable labor de multitud de revistas ("Leyendas", "Cine y Aventuras", "Yumbo", "Aventurero", "Mickey", "Pinocho", "Tim Tayler") que daba otra visión, de esa manera de interpretar el mundo por los americanos y poder así absorber o no las cosas que nos llegaban del otro lado del gran charco.

Eran revistas que hacían una magnífica labor de apertura a otras realidades y a otras formas de pensar que lamentablemente, a raiz de la Guerra Civil, aquí se dejó aparcado durante un largo tiempo, y nos dejó huérfanos del poder asimilar o no el "American Way of Life".

Habían títulos que forman parte de la historia del noveno arte con letras mayúsculas, siempre siendo traducidas sus respectiva cabeceras de aquellas maneras, que ahora observándolo con la distancia que nos da el paso de los años, nos hace esbozar una sonrisa, pero que en aquella época era necesario se ve para adaptar y hacer más próximas las historietas de los autores americanos, hacerlas más comprensibles y familiares para el ciudadano de a pie.

Obras como "Aventuras de un muchacho en China" ("Terry and the Pirates"), "Anita Buen Corazón" ("Little Orpham Annie"), "Paco Morronguis, el Gato Travieso" ("Felix the Cat"), "Jim el Temerario" ("Jungle Jim"), "Sinforoso Pirindola" ("Pete the Tramp"), etc., verdadero elenco de títulos que bien merecerían un artículo individualizado por cada uno de ellos.

Y una cosa aprendemos que, a pesar de los altos y bajos que ha habido dentro de la industria del noveno arte en nuestro país, siempre han habido un buen número de editoriales que han mantenido, en diversos momentos, la llama viva de la lectura del "tebeo", esperando, ahora sí, que se produzca en la entrada de este nuevo siglo el espaldarazo definitivo que consolide el "cómic" como un elemento más de nuestra cultura, y que la tremenda cantera de autores de calidad que tenemos aquí sean reconocidos como se merecen y que puedan vivir de eso que les gusta tanto que es escribir y dibujar "tebeos", y nosotros que podamos disfrutarlos.

Aquí termina la crónica de la X edición de Expocómic a lo que a las exposiciones se refiere. Espero que os haya gustado el reportaje fotográfico de las mismas, y que dé pie a que los que no hayan estado este año o nunca, que se animen en el 2008 a ir a la XI edición de este salón.

Un saludo cordial.

2 comentarios:

Gonzalo Vázquez dijo...

Muy buen recorrido por las exposiciones, Edu!
Enhorabuena por el esfuerzo, que ha quedado un post muy completo y entrentenido.

Nos vemos!

PD: Me estoy leyendo ahora el tomo de Tierras Natales de Fábulas, y si alguna de las páginas expuestas hubiese costado también 90 euros... otro gallo cantaría:)

EduXavi dijo...

Estoy seguro que cuando estés codo con codo con estos "monstruos" del dibujo, el intercambio de originales será de lo más fluido y sustancioso.