miércoles, marzo 26, 2008

CINE SCI-FI '50: ULTIMÁTUM A LA TIERRA de Robert Wise

Éste es el primer post de una serie que haré, poco a poco, dedicados a las películas de la conocida como Edad de Oro del Cine de Ciencia Ficción, entre 1950-1960, una década que vio resurgir de nuevo ese género de ciencia ficción que se había anquilosado un poco después de otras décadas donde había tenido su importancia (recordemos las primeras películas de principios del XX, como las de Méliès (y su Viaje a la luna), o la ciencia ficción alemana de los 20, con Fritz Lang a la cabeza con su Metropolis, o la de otros paises como la URSS, con Aelita de Protazanov, los años 30 del cine norteamericano con directores como James Whale, o los seriales de finales de los 30, con Buck Rogers y Flash Gordon como protagonistas (venidos de las tiras de prensa) y como máximos exponentes de verdaderas space opera serializadas, imitadas ya en los 40 con otras series como las de Batman, Capitán América, Superman o Capitán Marvel), con una nueva visión, otro contexto histórico que lo hacía propicio como adoctrinamiento y diversión después de las devastadores consecuencias de la II Guerra Mundial, y un nuevo uso de los efectos especiales, y que yo intentaré aquí, en este blog, hacer un pequeño recorrido-homenaje a este género en concreto que tanto ha significado, pese a quien pese, en la historia del séptimo arte.

FICHA TÉCNICA

TÍTULO ORIGINAL: The Day the Earth Stood Still
DIRECTOR: Robert Wise
AÑO: 1951
DURACIÓN: 88 m.
FOTOGAFÍA B/N: Leo Tover
PRODUCTORA: 20th Century Fox
PRODUCTOR: Julian Blaustein
GUIÓN ADAPTADO: Edmund H. North
GUIÓN ORIGINAL: basada en el relato “El amo ha muerto” de Harry Bates
MÚSICA: Bernard Herrmann
EFECTOS ESPECIALES: Fred Sersen
REPARTO: Michael Rennie (Klaatu / Mr. Carpenter), Patricia Neal (Helen Benson), Billy Gray (Bobby Benson) Lock Martin (Gort), Hugh Marlowe (Tom Stevens), Sam Jaffe (Dr. Barnhardt), Frances Bavier (Sra. Barley), Frank Conroy (Mr. Harley)
FORMATOS DVD:
# Ultimátum a la Tierra, 20th Century Fox Home Entertainment, Edición Especial, 2003, 8,95 €
# Ultimátum a la Tierra, 20th Century Fox Home Entertainment, Studio Classics, 2006. 10,95 €
# Ultimátum a la Tierra, 20th Century Fox Home Entertainment, Cinema Reserve, 2006, 11,95 €

SINOPSIS

Una nave espacial aterriza en Washington D.C. y de ella emerge un alienígena acompañado de un amenazante robot cuyos poderes de destrucción van más allá de lo imaginable. Así comienza el thriller de ciencia ficción Ultimátum a la Tierra, un clásico de los años cincuenta que ha servido de inspiración durante décadas a numerosos filmes sobre invasiones alienígenas.

Cuando sus esfuerzos por advertir a los líderes terráqueos de su inminente aniquilación son ignorados, el alienígena Klaatu (Michael Rennie), se echa a la calle. Aunque su alegato por la paz encuentra eco en una hermosa joven (Patricia Neal) y un eminente científico (Sam Jaffe), el resto de la humanidad reacciona con desconfianza, miedo y violencia. Pero el tiempo se agota y Klaatu se ve obligado a demostrar sus increíbles poderes y dar a la humanidad una lección que no olvidará durante muchos años...


CONTEXTO HISTÓRICO

Para entender una película como es Ultimátum a la Tierra nos tenemos que situar en el contexto histórico en que se produjo el estreno del film. Año 1951, estamos en los comienzos de los que se llamará más tarde la Guerra Fría, un período de postguerra donde, después de terminada la II Guerra Mundial y una vez hecho el reparto de los restos y sobras del Tercer Reich por parte de las potencias aliadas, se iniciará un período en que las dos máximas potencias triunfadoras de la terrible y devastadora Guerra Mundial, cada una rodeada y apoyada por sus respectivos aliados y países satélite, conformarán dos bloques, dos maneras de entender la vida, dos formas de hacer política que frente a la constante amenaza de confrontación bélica, con el atenuante del peligro nuclear sobrevolando la mente y los corazones de todos los implicados, se enfrentarán fundamentalmente en el terreno dialéctico y político, y en frentes secundarios abiertos, de confrontación indirecta o no, en terceros países (Vietnam, Corea, Cuba...) donde darán pruebas de su poderío militar, produciéndose un ínterin que provocará lo que se denomina “paz belicista”, donde ni los unos ni los otros serán capaces de llegar al entendimiento, encontrar la paz común, pero sin llegar nunca a la resolución final del uso de todo el potencial armamentístico para dilucidar quién se hace con el control de la “Tierra”.

Y es en este punto donde comienza y se enmarca la película que hoy nos reúne aquí y, como leeréis más adelante, la época en la que se desenvuelve tiene mucha importancia en el desarrollo principal del film.

La película es un constante alegato hacia la posible concordia entre los diferentes habitantes de las diferentes naciones que conforman el planeta Tierra. De cómo la humanidad, al ritmo que va de factible confrontación directa entre países y de aumento imparable de la escalada militar, se encamina a su autodestrucción y, de paso, ser capaz de destruir la vida en la Tierra y, lo que es más, la de todo el Universo aún por conocer. Y es por eso que una alianza de diversos planetas desconocidos para nosotros no tiene más remedio que enviar a un emisario que les advierta a los terrestres del peligro que comporta el afán destructivo y autodestructivo de los hombres, que provocará con toda seguridad que arrasen con toda clase de vida del planeta Tierra y, colateralmente, la vida en otros planetas por la posibilidad del uso de la energía atómica en viajes interespaciales, y que intentarán impedirlo y protegerse de este inminente peligro, el cual ellos ya dejaron atrás antaño y, ahora, la humanidad es capaz de reproducir de nuevo con los avances de su civilización, a una escala inimaginable para ellos hasta la fecha.

Y qué mejor manera para poder controlar esta escalada exponencial de belicismo que usando como último recurso y amenaza de la fuerza, si ésta necesaria, si el diálogo y la negociación no surgen efectos. Para eso nuestro protagonista, Klaatu, exige reunirse a la vez con todas las naciones de la Tierra para exponer su proposición o amenaza en un “ultimátum”, porque el futuro de la humanidad pende de un hilo y depende de todos quienes la forman y no de unas pocas naciones poderosas que quieren ser las que decidan o no en nombre de otros no tan poderosos. Ésta es una alusión indirecta que los responsables de la película querían poner sobre la mesa de la futura importancia de una Organización de las Naciones Unidas recientemente creada (1945), garante autorizado para velar y salvaguardar a las diferentes naciones que la conforman y ser sitio de reunión, de debate y reflexión para unificar criterios entre las diferentes fuerzas políticas en pro del bien de la humanidad.

Curiosamente este film no llegó nunca a formar parte de las listas negras del senador republicano Joseph McCarthy, de esa "caza de brujas" que comenzó en 1950 contra todo lo que de comunista y de gente “sospechosa” de ser afín al comunismo podía perjudicar al modo de vida norteamericano, ya que la visión del mundo que trataba la película era muy objetiva, sin predominar ninguna nación ni ideología una por encima de la otra, sino intentando que todos fueran partícipes del mensaje que la película quería lanzar, por lo que la reunión de los cientificos, los hombres sabios de ciencia necesarios para el futuro progreso de la humanidad de manera generalizada, así lo demuestra.

ASÍ SE HIZO...

El proceso de creación de cualquier película, independientemente del presupuesto del que dispone, daría para escribir uno o más libros, porque los diferentes componentes que conforman un film, la parte técnica, los actores, los decorados y el vestuario, la cantidad de tomas falsas, las innumerables anécdotas, propiciarían llenar páginas y páginas que no es el propósito de un post como éste, por lo que sólo soltaré ligeras pinceladas que he ido cogiendo de aquí y de allá para conformar un breve y curioso anecdotario que seguro que será del agrado del lector.

Una película que quiere ser universal en el mensaje que transmite tiene un comienzo de lo más internacional y globalizador, donde los diferentes noticiarios que hay sobre la venida del “platillo volante” posibilita que el director haga un recorrido por diferentes países de todo el mundo a todos los cuales les afecta por igual la venida de un objeto no identificado de otro mundo con seres de otro planeta. Así vemos e intuimos ciudades y países como Calcuta, Francia, Inglaterra...

Y como se trata de un filme norteamericano, también hacen un recorrido por los diversos monumentos de su capital, Washington, que es el lugar elegido por el OVNI para aterrizar, por lo que podemos ver desde el monumento a Abraham Lincoln (recalcando su papel como gran presidente, “Hermosas palabras... debió de ser un gran hombre” en palabras de Klaatu) hasta el obelisco dedicado a George Washington, el Memorial a Thomas Jefferson o el Capitolio, pasando por el cementerio de Arlington junto al río Potomac donde descansan los héroes y soldados norteamericanos caídos en las diferentes guerras que sinrazón han asolado durante décadas, y siglos, la faz de nuestra Tierra.

Nuestro "platillo volante" tiene la forma tradicional de los OVNIS al uso, forma circular a modo de disco con una especie de cúpula, el cual emite una extraña luz que es capaz de cegar a quien la vea. Posee una abertura que no es visible a simple vista por donde se desliza una rampa que permite subir y bajar a sus ocupantes. Se utilizó un escenario para el platillo a escala real, pero que sólo era la mitad de él siendo la parte trasera que no se visualiza puro attrezzo de madera y metal, utilizando una maqueta que media 2’10 metros para los planos generales, compuesta de fibra de vidrio. El tamaño tan grande de la maqueta era debido a la sensibilidad ASA del film que era baja, por lo que tenía que ser de buen tamaño para conseguir una alta definición. El platillo en sí, junto a su interior, costó 100.000 dólares, mucho presupuesto para los años 50, habiendo películas en la época que se realizaban con menos presupuesto.

El robot protagonista del film tenía que ser más alto de lo normal comparado con los humanos, y ante lo costoso que resultaba hacer un robot eléctrico, se pensó en hacer un autómata dirigido por un hombre que se enfundaba el traje. Este papel le correspondió a Lock Martin, un actor que por culpa de una rara enfermedad no podía dejar de crecer, midiendo cuando se realizó la película 2’30 m., siendo aún con todo no lo suficientemente alto, por lo que utilizaba unas plataformas de unos 15 cms. aparte de la cabeza que sobresalía de la del propio actor, ya que la coronilla de éste llegaba a la altura del cuello del robot. En total más de 3 m. de autómata. Éste estaba construido con un traje de goma espuma pintado de aluminio, con un casco de metal (la cabeza), provocando en el ocupante del traje tuviera una escasa movilidad (aunque no se requería más para imitar el movimiento de un robot) y transmitiendo un calor asfixiante. Para el rodaje usaron dos robots, uno el que llevaba para las secuencias de movimiento de éste, y otro rígido para las escenas en que permanecía quieto. Los únicos defectos que se le ven a este robot primitivo eran, contando con los pocos medios de que disponían para ejecutar los efectos especiales de la época, el que a veces se veían las cremalleras del traje y las articulaciones de las rodillas que doblaban exageradamente el traje de goma espuma al caminar, cosa de la que se lamentaban los productores de la película pero que, extrañamente, no fue satanizado por la crítica ni el público. Como curiosidad indicar que las míticas palabras de “Klaatu barada nikto” que se decían para detener al autómata fueron ideadas por el guionista Edmund H. North porque le gustaba como sonaban al pronunciarlas.

El tratamiento de la banda sonora para esta película por parte del compositor Bernard Herrmann (fue el mismo compositor de, entre otras, Fahrenheit 451 de Truffaut) fue todo un acierto, precedente de lo que sería la banda sonora y la música de muchas películas posteriores de este género, donde el theremín sería a partir de ahora el instrumento musical electrónico y sintetizador identificador y característico del cine de ciencia ficción clásico.

En cuanto al uso del B/N en vez del Color en la película, aparte de que era más caro para la época el uso del technicolor, era preferido por su director (que usaba el juego de luces y sombras en sus películas como nadie, como vemos perfectamente, por ejemplo, en la escena de Klaatu presentándose en la pensión de la Sr. Barley), porque daba más credibilidad al film, que era de lo que en esta cinta se quería conseguir, ya que los films y los documentales de la época se rodaban generalmente en B/N, aparte del uso de decorados reales y no de estudio para la escenas exteriores, que intensificaban ese realismo que se quería imprimir al celuloide, haciendo además vivir a los protagonistas el día a día cotidiano, resultando, por tanto, más creíble para el público una historia que, en el fondo, era de ciencia ficción, y necesario para que el espectador se hiciera eco y creyera el mensaje final que se quería lanzar.

Credibilidad que también se buscó a la hora de dar el papel protagonista a un actor desconocido para el público norteamericano, sobretodo al tratarse de un alienígena que debía de descender al principio del film de un “platillo volante” (se pensó primero en una actor en la cima de su carrera como era Spencer Tracy, pero no hubiera dado ninguna veracidad al resto del metraje), y en este caso el elegido fue el actor británico Michael Renni, actor de teatro desconocido para el público en general, que dio el tono justo, por su constitución y presencia, para el papel de extraterrestre.

Curioso también recalcar el papel de Sam Jaffe como Dr. Barnhardt, que en realidad interpretaba indirectamente a Albert Einstein, actor que por sus ideas políticas de izquierda (y sospechoso de procomunista) fue cabeza de turco de todas las críticas políticas que podía sufrir el rodaje y posterior estreno de la película, y llegando a formar parte de las listas negras de Hollywood en la caza de brujas comentada anteriormente.

Otra curiosidad más es el nombre que se le dio al protagonista en su identidad secreta cuando se hospeda en la pensión de la Sr. Barley, Carpenter (en castellano “carpintero”, nombre sacado de la etiqueta del traje que toma “prestado” cuando abandona el hospital donde estaba ingresado bajo vigilancia), una pseudoalusión a otro famoso carpintero que con un mensaje de paz vino, tiempo ha, a intentar salvar a la humanidad de su autodestrucción, con la advertencia que si no redimían sus pecados, un ente superior los castigaría sin remisión. Una referencia velada al cristianismo y su mensaje de paz y de concordia.

Y, para finalizar este apartado, comentar que para finales del 2008 se espera el estreno del remake de este film, con Keanu Reeves como protagonista. Crucemos los dedos.

CRÍTICA PERSONAL

Película muy bien construida e ideada para su época, aunque para nosotros puede que esté ya un poco desfasada en cuanto a técnica, efectos especiales, decorados, diálogos, y un largo etcétera, pero que tiene un discurso que está de lo más actual hoy en día, donde el peligro nuclear, la confrontación entre las diversas naciones y hacia dónde se encamina la humanidad aún es una asignatura pendiente para todos nostros que, a día de hoy, no se vislumbra un panorama nada, nada claro, aunque los animos y las mentalidades sean muy diferentes a los del período de postguerra.

A esta ciencia ficción de los años 50 que trabajaba con cuantos medios (a veces los justos) podía tener a su alcance, sin ser este género el que más respaldo recibía por parte de los grandes estudios, hay que reconocerle el justo y merecedor mérito que se merece, porque aparte de conseguir a veces milagros en cuanto a efectos especiales se refiere, siendo verdaderos artesanos de lo fantástico, tienen ese regusto, muchas veces de serie B, que hacen que tengas un especial cariño hacia ellas, que te guste saborearlas como si fuera un vino añejo, que aunque hoy en día los efectos especiales consiguen cosas increíbles apropiados para describir y representar lo fantástico e inimaginable, los de antaño eran suficientes para que la gente de esa generación descubriera algo diferente y nuevo a lo visto hasta el momento, haciendo creíble lo increíble, consiguiendo tranformar la ciencia ficción en quizás de no ficción, y consiguiendo demostrar que no estamos solos en el universo, que somos uno más de las multiples razas o seres que deben habitarlo, por lo que se nos enseña, de una manera subliminal, que hay que saber convivir, ser iguales lo unos con los otros, sin emplear la fuerza con el único uso del diálogo y el razonamiento, porque, en definitiva, nadie debe estar por encima de los demás y hablando se puede llegar a entender la gente. Aparte de, como misión de un espectáculo visual como es el cine, servir de excelente entretenimiento, ideal para un periodo de postguerra.

Por lo tanto, una película que saca a relucir otros temas aparte del tema principal, del encuentro entre habitantes de otros mundos, que utiliza la ciencia ficción como excusa para explicar lo que de una forma más directa sería imposible de hacer a causa de los tiempos que corrían, y que planteando utopías futuristas se puede explicar perfectamente lo que con otras palabras o formas era imposible de conseguir.

Una cinta que, a mi entender, todo buen cinéfilo o no debería ver alguna vez. Muchas veces las cosas dichas de manera sencilla y directamente, empleando otro discurso, en este caso más fantástico, pueden calar más hondo en la gente que de otra manera más "políticamente" correcta y tradicional.

FUENTES CONSULTADAS

- Extras del DVD “Ultimátum a la Tierra”, Col. Cinema Reserve. Distrib. 20th Century Fox Home Entertainment. 2006.
- La Década de Oro de la Ciencia-Ficción (1950-1960). Javier Membra. T&B Editores. 2005.
- Historia Multimedia de los Géneros del Cine, Vol. 4: Ciencia Ficción, Terror y Thriller. Edit. Alphabetum Multimedia. 2000.
- La Wikipedia.
- Web 20th Century Fox.
- Web Revista Fantastique.
- The Internet Movie Database (IMDb).

Un saludo cordial.


1 comentario:

Anónimo dijo...

Estoy en la certeza de que, después de que todas las armas nucleares hayan sido utilizadas y cuando del hombre no queden en la Tierra más que un grupo de afeminados espeleologos japoneses y un antropólogo peruano, esta peli será emitida en una pantalla gigante que orbitará alrededor de nuestro planeta para impedir que los turistas venusianos nos colonicen.
He trabajado varios años en la cafetería de la sede de la ONU, por lo que estoy bien informado acerca de todos los planes mundiales de emergencia. Ayer mismo pasaron por la barra unos USAdos hablando sobre la pildora anuladora de la razón que están comenzado a distribuir entre todos los deportistas que se prestan a partircipar en las Olimpiadas de la China.
Ismael, el Tití Ribiera.