lunes, septiembre 17, 2012

EL ATLÉTICO INVISIBLE de Terry Pratchett

Una nueva novela del gran Terry Pratchett: “El atlético invisible” (Plaza & Janés, 2012). Su título nos da pistas sobre su temática general: lo de “atlético” nos indica deporte y por “invisible” ya intuimos que serán nuestros mejores magos de toda Fantasía los protagonistas. Es una novela coral porque los magos actúan todos juntos, la Guardia también tiene su momento y, por supuesto, Lord Vetinari tiene bastante que decir. Se presentan nuevos personajes como el entrañable y enigmático Huebo y, como base y envolviéndolo todo, la ciudad de Ankh–Morpork. Terry Pratchett une de nuevo su humor e ironía para darnos una visión crítica de los problemas económicos actuales, del fútbol, de las relaciones humanas, del crecimiento personal, la solidaridad y su lucha contra la intransigencia y la discriminación.

La crisis económica y los recortes presupuestarios también han alcanzado a la Universidad Invisible, centro de Magia, de grandes magos, en la ciudad de Ankh–Morpork, en Mundodisco. Siguiendo ancestrales tradiciones, los magos se han dado cuenta que una de ellas no la han seguido y corre peligro la asignación de un suculento legado. Los cálculos son catastróficos: ¡solo podrán hacer tres comidas al día y la tabla de quesos solo tendrá tres variedades! Otras cosas pueden ser admisibles e incluso tolerables pero las tablas de quesos son intocables. Así que no tiene más remedio que jugar un partido de fútbol. Este ancestral deporte pertenece por completo a las clases bajas y al Lío: hay que remodelarlo. Y si añadimos unas ligeras insinuaciones y directrices del benévolo tirano Lord Vetinari, tendremos partido de fútbol, ¡y qué partido!

Pero en la Universidad Invisible hay otras vidas, otras ocupaciones y preocupaciones como las del joven Trevor Probable, ayudante del paje de velas y goteador; de la eficiente Glenda Habichuela, jefa de la cocina nocturna; la dulce y hermosa Juliet y... Huebo. Huebo no es joven, ni guapo, ni… persona humana. Nadie sabe lo que es y él tampoco. Solo es un ser trabajador, concienzudo y tímido, muy tímido y reservado.

En esta novela se plantean diferentes frentes: tenemos el asunto del fútbol, porque el fútbol no solo es fútbol, la situación económica de los magos, el desarrollo personal de Glenda y el asunto de Huebo. De todas estas situaciones, la de Huebo es la más misteriosa e intrigante. Nadie sabe como ha aparecido en la Universidad, ni cual es su trabajo real. Ciertos rumores e insinuaciones nos llevan a pensar que el Archicanciller Ridcully sabe algo y que ha sido la protección de Lord Vetinari por la que ha sido admitido en la Universidad, bajo unas sugerencias de Lady Margolotta (sí, esa dama, un tanto rara de la que se le supone algo más que amistad con el lord, cosa no confirmada, claro).

Huebo tiene unas reglas muy claras y concretas de comportamiento, por su bien y el de los otros: sonreír, ser amable, que te caigan bien, hacerse valer, estar de acuerdo, ser útil y no asustar a nadie. Su comportamiento es intachable, trabajador y ayuda en todo, tímido y sin querer molestar, eso sí, con un vocabulario que nos indican su cultura y educación. Es extraño, incluso para ser un trasgo, cosa que tampoco es segura del todo. Nadie está seguro, ni el mismo Huebo. De toda la Universidad solo Glenda lo ha tratado con cierta naturalidad, incluso gritándole, pero le ha regalado unas tartas de manzana de lo mejor.

A pesar de todo, Trevor Probable, compañero de trabajo, le aprecia y le indaca como desenvolverse, como relacionarse y actuar. Una manera de hacerlo es llevándoselo a ver el fútbol del sábado. La descripción de las sensaciones de Huebo, la descripción del ambiente, los cánticos y empujones, es de lo mejor de Terry Pratchett y de como le atrae el fútbol. Y en esos momentos ya Huebo demuestra que es algo más de lo que aparenta. Y aparenta bien poca cosa. Todo esto atrae a Glenda que ve en él a un hombre serio y formal, tal vez con mala suerte en la vida pero con gran futuro. Una opinión totalmente diferente en cuanto al joven Trev.

Trevor es un apasionado del fútbol, patea muy bien latas y podría participar en el partido pero su padre, que sí era futbolista, murió en un Lío participando en un partido, y ha prometido a su madre no jugar. Presenta emociones contrarias: por un lado su pasión por el fútbol y, por otro, la promesa a su madre. Enamorado y colado por la bella Juliet, sabe que no le cae bien a Glenda pero sabrá comportarse y dar lo mejor de sí mismo por conseguir el amor y el respeto de la chica.

En cuanto a Juliet es una joven ayudante de cocina, amiga de toda la vida y protegida de Glenda. No tiene muchas luces pero buen corazón y gran belleza sí los tiene y en gran cantidad. Empezará a ver con buenos ojos a Trevor cuando éste le envíe un poema (que ha escrito Huebo) y empezará a destacar en el mundo de la moda por pura casualidad.

Glenda de ser una chica protectora y muy realista, por contacto con Huebo, va cambiando a una chica que tiene oportunidades porque se las busca, habla a la autoridad de tú a tú, presenta sus ideas con fe y seguridad y, cuando Juliet propone acudir a un pase de modelos en casa Bruño's, un pase de moda enana, acepta porque vale la pena variar un poco la rutina. Es este el momento estelar de Juliet: se convierte en una hermosa y magnífica modelo que se codeará con lo más de la sociedad.

Los magos tienen un concepto muy raro e ingenuo de lo que es el fútbol pero es la propia Glenda quien les da las oportunas aclaraciones, realistas y eficientes, al tiempo que les lleva a recuerdos de su infancia. Se dan cuenta del saber de Huebo y es a él a quien encargan la formación del equipo de la Universidad. Con gran eficacia y unas pocas palabras, no tan finolis, consigue un grupo más o menos homogéneo. Pero no todo puede realizarse felizmente: su mente trabaja y en sus profundidades salta su secreto, que es tan horrible que lo desmoraliza de tal manera que abandona a sus amigos y se marcha de la Universidad. Queda pendiente el partido, los ánimos están recalentándose, los rumores sobre su origen surgen por todos lados y tendrá que ser Glenda quien parta en su busca, con la ayuda de Trevor y Juliet. De paso, con su nueva personalidad ya realzada, Glenda le soltará unas cuantas verdades y reñirá a Lady Margolotta.

Bien, el partido no os lo contaré pero es épico, tremendo, emocionante, vamos, de final de Eurocopa.

En esta novela Terry Pratchett nos presenta la pasión por el fútbol, lo que se ve claramente desde el principio pero también la unión entre amigos, la evolución personal de cualquiera que quiera mejorar, en este caso Huebo, un ser extraño y poco apreciado, y Glenda que cambia sus ideas, rancias y anquilosadas, por una mente más abierta, solidaria y, digamos, benévola.

Con gracia y humor también nos plantea, tal vez de refilón, la crisis económica actual y como hacerle frente. Aparecen viejos conocidos como el desastre de mago que es Ricenwind y su baúl, la gran participación del Bibliotecario, la Guardia con Vimes poniendo orden en el partido, y no podía faltar en una reunión de tal calibre, el empresario de empanadas Y-Voy-A-La-Ruina Escurridizo. Tenemos también una real y lúcida mirada al mundo de la Moda, con sus tejemanejes y su glamour, de sus desfiles y notas de sociedad. Todo ello nos lleva a tener entre manos una novela de crisis económica, de moda, de superación y amistad, una novela romántica. Pero básicamente es una novela de/por/con fútbol pero con modelo y futbolista, chica realista y tipo raro porque, no nos equivoquemos, el fútbol no es solo fútbol, es más mucho más.

Oé,Oé,Oé... ¡Hasta pronto!

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